LA CAUTERIZACIÓN


Andaba muy intrigado, preguntándome el por qué de ciertas marcas que veía en las cabezas de la mayoría de los chicos. Había unas en pleno cuero cabelludo que no dejaban lugar a dudas, eran claros sin cabellos con formas dactilares, sin duda, la marca de unos dedos que ayudaron a nacer dejaron para siempre. Debemos que recordar que aún hoy en día la mayoría de los Id Brahim siguen naciendo en casa. Pero había otro tipo de marcas que me costó un tiempo averiguar porque estaban ahí, normalmente alrededor de las cejas o en el entrecejo. Eran redondas, con forma como de pequeños cráteres como los que produce un meteorito en la corteza terrestre. Durante un tiempo me pareció algo natural hasta que dejé de verlas de manera individual y me di cuenta que casi todos las poseían y que éstas iban variando de posición en individuos diferentes.



- ¿ Que le pasó a Bubakar aquí?



Bubakar cuenta hasta con tres diferentes puntos. Es la abuela la que me contesta.



- Es que estuvo muy enfermo, casi se muere.



-¿ Sí, de qué?



- Del estómago.



Me quedo algo perplejo, pues no logro relacionar la marca de la cabeza con un problema estomacal. El abuelo se da cuenta de lo que estamos hablando.



- ¡¡La fiit, la fiit !!. El fuego, el fuego, exclama y su dedo hace un movimiento repetitivo.



-¿El fuego, qué fuego?. - No sé que me quieren decir, enseguida me señalan, un hierro, no me lo puedo creer, a continuación me señalan el tirguín, las brasas de carbón sobre las que estamos preparando el té.



- Estuvo muy enfermo, si no le hago eso se muere.



- ¿Y Brahim?



- Él tuvo un problema en la cabeza.



De hecho aún lo tiene, Brahim todavía sufre de migrañas.



Todo pasó cuando eran niños, no hay ni uno de los siete hermanos que no haya estado enfermo y no se le haya aplicado este tipo de cauterización, que podríamos denominar cauterización mayor, por la gravedad y por el tamaño de hierro al rojo vivo utilizado en la operación.



Pero otros tipos de cauterización mas suave se utilizan a diario entre estas gentes. Cuando llega el invierno, sino llueve, el frío es atroz y todo el mundo, pero en especial niños y ancianos, cae enfermo. Los virus, las gripes, se adueñan del oasis. A los niños les entra entre otras cosas, fuertes dolores de oídos, que los hacen llorar y retorcerse de dolor sobre las mantas y cojines que amueblan la habitación. Se avivarán las brasas, se traerá un estrecho alambre o un clavo que se introducirá en ellas, y de la cocina, una cuchara, ajo y aceite. Cuando el alambre esté al rojo vivo se golpeará suavemente, se darán toquecitos rodeando la oreja por debajo, tienen que ser precisos, con el fin natural de no quemar demasiado la piel, pero que quemen durante una fracción de segundo, la superficie que tocan, dejando unas inconfundibles pequeñas cicatrices, que a modo de salpullido podemos ver a casi todos los niños en estas épocas frías y secas. A continuación se pone aceite de cocinar en la cuchara y se deshace ajo en él, entonces se pone también sobre las brasas y cuando está calentito, se vierte por el interior de la oreja. Por supuesto el niño o la niña, teme y llora, en especial la parte del alambre al rojo vivo, pero al rato quedan tranquilos y mucho mas aliviados, además se les premia con algo de comer, alguna galleta, algún dátil o algo así.



En cambio el problema mas común de los abuelos es el reuma, el dolor de huesos, de músculos, de antiguas heridas o lesiones, de los kilómetros pasados. Un día el abuelo tiene la rodilla al aire y a su lado está quemando trocitos de ramas de palmera, un gran clavo y unas tenazas delatan qué está haciendo.



-Cuando era joven alquilé mis camellos para una película que hacía un cristiano. Mis camellos enredaron sus cuerdas en una pelea con los de un amigo y los dos saltamos sobre ellos, mi amigo al cortar las cuerdas también me cortó aquí.- Tiene una profunda cicatriz en plena rodilla.- Cuando hace frío, me duele.



Él mismo se dará con el clavo al rojo vivo alrededor de toda la zona afectada. Se dejará la pierna llena de motitas de piel quemada, ayer hizo lo mismo con la zona del tobillo, que también le molestaba. Esta claro que nota cierto alivio, sino no lo haría, él y sus antepasados desde hace miles de años. Eso no quita que también tome pastillas para el reuma, o pida una pomada que venden en la farmacia. Es lo normal el mezclar lo tradicional con lo moderno. Al enfermo igual se le lleva al curativo Sidi M´hamd O Brahïm Sijh de Tamanart o al hospital de Agadir, una cosa no está reñida con la otra, si bien el hospital es en muchas ocasiones, inalcanzablemente caro, al igual que cuando se le medica.



La fiit, el fuego, sale gratis.





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