LA TAMURGRI SE LO COME TODO

Entre las tribus bereberes del Anti-atlas y la Jbel Bani se cuenta, de generación en generación, la siguiente historia:
 "Cuando la hija del Enviado de Dios , Fátima Sohra, celebró su boda no pudo invitar a todas las personas del mundo.
 Cocinó un cuscus que tiró al mar y de cada uno de sus granos surgió la tamurgri y se extendió por toda la tierra para suplir de alimento a todos aquellos que no habían sido invitados"



La tamurgri es lo que nosotros conocemos por las plagas de langostas, son miles, millones de langostas que se lo comen todo desde la hierba de las montañas a todo lo que hay en los huertos de los oasis, se comen las hojas de palmera, incluso, hay quien dice, que se comen hasta las piedras.
 Grandes viajeras, capaces de hacer miles de kilómetros, atravesar todo el sahara e ir reproduciéndose de camino, aparecen cuando hay comida, es decir con o después de las lluvias.
 Los habitantes de los oasis en contra de lo que cabría imaginar no las temen en absoluto.
 Piensan que son deliciosas, se las comen después de haberlas hervido en agua con sal como algo exquisito, e incluso se les considera, según se observa en la leyenda de encabezamiento (totalmente popular, extraoficial pues en ningún momento aparece esto en el Corán, me aclaran), un don divino.
 Yo me enteré de toda esta historia al preguntar por un helicóptero que había visto volando muy bajo siguiendo la línea de asfalto de la única carretera que atraviesa el pueblo. Pocos días después vería muchos más. Al parecer se hablaba de tamurgri en Mauritania que venía atravesando el Sahara.
 Numerosos helicópteros y aviones baten todo el sur marroquí a la espera de ver aparecer y controlar por dónde va la tamurgri.
 Y es ahora cuando aparece el verdadero miedo de los habitantes de este oasis, que como ya he dicho no temen a las langostas, sino al avión de fumigación del gobierno, el cual hará acto de presencia si pasa por aquí lo que digamos es el grueso de la plaga.
El problema radica en que el avión no solo acabará con las langostas sino que matará a todas las abejas y recordemos que aquí la miel es considerada oro líquido, por lo que están profundamente preocupados y disconformes y tienen motivos para estarlo pues ya conocen  de que va el tema.
 La última vez que esto ocurrió fue el último año que llovió ,1987 , ese año pasó el avión y no dejó viva ni una abeja, pero lo peor es que no se volvieron a ver abejas hasta 13 años después, en el 2000, según la gente, aunque la lluvia también sea decisiva, por culpa del veneno.
El avión de fumigación es enviado cuando la plaga se encuentra concentrada en los lindes del desierto y a punto de pegar el salto hacia las grandes plantaciones del Sus ( según dicen por ahí, muchas arrendadas o de propiedades mixtas de españoles) y a todas las grandes extensiones agrícolas de Marruecos.
Una vez mas el desierto, las montañas y sus habitantes pierden con la "globacagación" y la puñetera "economía de mercado".
Pero las últimas noticias son buenas, algunas langostas llegaron al pueblo y sus habitantes ya disfrutan recogiendo y comiéndoselas, y por ahora el avión no aparece por ninguna parte y no parece que lo vaya a hacer.
 Que así sea.

No hay comentarios: