Hoy, último día de mi estancia en Luxor,
mientras almuerzo en una pizzería, una preciosa chica con pañuelo negro, en una
corta conversación mantenida con aires de clandestinidad, se me presenta
diciéndome su nombre y que es abogada.
Me pide mi número de móvil después de
numerosas, agradables y peliculeras sonrisas y parpadeos por su parte.
Decido, por poner toda la carne en el asador,
decirle la verdad, que mañana me marcho. Pretendo, con mi honradez, que si
tiene que pasar algo que sea hoy.
No pasa nada. Nada de nada.
El teléfono permanece mudo durante todo el día
y mucho más por la noche.
La historia de mi vida
Bueno, casi.
Vivo en un camión sin ruedas
Al lado de la carretera
A mil kilómetros de ti
Y allí donde se esconde el sol
Donde se pierde mi voz
Estoy seguro que te encontraré
Cielo del sur, azul
Nunca te podré olvidar
FIN
2 comentarios:
He disfrutado muchisimo leyendo tu viaje. Me encanta como describes tus vivencias y me traen mil recuerdos de los lugares que yo he visitado.
Por cierto, lo de la lambada de Alepo, a nosotros tambien nos paso, menudas risas hicimos cuando descubrimos que era. En Damasco, estuvimos en el mismo hostal.
Yo tambien pienso que Siria es el pais que mas huella me ha dejado; unque despues de estar este verano en Irán le ha salido competencia.
Que sigas haciendo realidad tus sueños y quizas algun dia nuestros cominos se crucen. Mientras seguiré leyendo tus relatos.
Gracias por decirlo Ekitxu, vaya, "hay alguien al otro lado", que alegría!
Que bueno, acabo de volver de Irán hace una semana. Coincido contigo al 100%!! Vamos por caminos paralelos (que no "para lelos"). Ojalá nos cruzemos. Un abrazo
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